Tomadas desde El Blog de Adolfo, estas entregas son una estupenda guía. Ilustradas con unas fotos buenísimas que aportan una visión de la ciudad mas allá de convencionalismos, resultando una interesante manera de descubrir un lugar donde no vives pero que interesa conocer. Adolfo muestra no solamente los tópicos, también las peculiaridades y los detalles que seguro se les escapan hasta a los propios nativos.
Tercer viaje a Nueva York (parte 3)
Por FitoEsta es la tercera y última parte del diario de nuestro último (hasta el momento) viaje a Nueva York. En el blog también podéis encontrar las entradas correspondientes al viaje de marzo de 2009. Os recuerdo que haciendo clic en las fotos, se abre una ventana con la imagen en grande. Espero que os gusten las fotos y el texto os resulte interesante.
DíA 4 (viernes 1 de enero de 2010)
Comencé el día de Año Nuevo acercándome al MOMA a comprar entradas para ver la exposición de Tim Burton, Bauhaus 1919–1933: Workshops for Modernity y Monet’s Water Lillies (las tres muy buenas). Mientras esperaba a Fernando, aproveché para hacer unas fotos en la zona de la Sexta Avenida, la calle 50 y la 51, especialmente del Radio City Music Hall, con los taxis amarillos y el humo proveniente del metro, que creaba una muy típica estampa neoyorquina.
También había una decoración navideña muy chula en los edificios de enfrente (una fuenta de bolas de Navidad y unos soldaditos de plomo de tamaño gigante).
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El Radio City Music Hall
Después de las exposiciones del MOMA y de pasar por la tienda del museo para comprar The Photographer’s Eye (de John Szarkowski), bajamos la Quinta Avenida hasta llegar a la Grand Central Terminal. Las tiendas tenían una espectacular decoración de Navidad, como la de Diesel, Cartier y muchas otras.
Aunque ya habíamos estado en la magnífica estación en el viaje que hicimos en 2007, tenía ganas de hacer nuevas fotos y de verla con más tiempo (fotografiar algunas zonas de la estación que había dejado la vez anterior, repetir fotos que habían quedado mal o hacer alguna instantánea del exterior con el Metlife de fondo).
La Grand Central Terminal
Continuamos el recorrido, con el Metlife y la Grand Central Station a nuestra espalda, hacia el Madison Square Park, para comer en el Shake Shack. Como estaba cerrado (en Año Nuevo, aunque sea NY, hay algún establecimiento que cierra), nos fuimos hacia la zona del hotel y acabamos comiendo unas quesadillas y una buena hamburguesa en el Empire Diner, que abre todos los días y a todas horas.
Grand Central Terminal y el Metlife al fondo
De camino al Shake Shack: vista del empire y Flatiron building
Para bajar la comida, dimos una vuelta por Chelsea y por el Meatpacking District (lleno de tiendas muy pijas y muy caras como Boss, Diane von Furstenberg –la que sale en la imagen, con el hotel Standard al fondo–, etc.).
Terminamos de compras por el Soho (mirando vaqueros en Levi’s y OMG, discos en Other Music, comprando camisas en Lacoste y en Banana Republic, y buscando zapatillas para Fer en unas cuantas tiendas –también compramos unos patucos de Converse para el niño que va a tener su hermana–).
Para la tarde-noche, habíamos comprado entradas para el musical Hair (recibió varios premios en 2009) en el Al Hirschfeld Theatre. La puesta en escena (especialmente la coreografía) y las canciones fueron lo mejor. La historia la habían hecho incluso más simple que la original y no se habían gastado mucho dinero en decorados, pero el conjunto estaba bastante bien.
Tras el musical, fuimos a cenar a Hell’s Kitchen, un restaurante en el barrio del mismo nombre. Y tras la cena, nos fuimos a descansar. Aún quedaban dos días para visitar un montón de cosas en la ciudad.
DÍA 5 (sábado 2 de enero de 2010)
El sábado empezó con una visita al edificio del New York Times, obra de Renzo Piano. Aprovechamos también para comprar algo de ropa, una cartera y un gorro en la tienda de MUJI que hay en el edificio.
A continuación nos acercamos al Hell’s Kitchen Flea Market, un mercado de antigüedades al aire libre que está abierto todos los fines de semana del año. Había una buena colección de cámaras antiguas y todo tipo de objetos: marcos, muñecas, joyería y bisutería, ropa, etc.
Puestos en el Hell’s Kitchen Flea Market
Después fuimos al International Center of Photography, donde vimos unas exposiciones de fotografía muy interesantes (Dress Codes y parte de la colección permanente) y donde Fernando se compró un par de camisetas muy chulas.
El Grace building, junto a Bryant Park
Como ya era casi hora de comer, bajamos dando un paseo por Bryant Park (qué bonito es el Grace building) hasta el Madison Square Park (destaca la torre-reloj de MetLife) y, esta vez, sí que comimos por cuarta vez las mejores hamburguesas del mundo en el Shake Shack (con un frío horrible).
De paso, tuvimos atracción: una ardilla se subió a la mesa de las chicas que estaban a nuestro lado, les quitó una bolsita de ketchup, la abrió y lo probó; y después, tan tranquila como había llegado, se marchó.
Tras la comida, fuimos a descansar un rato al hotel y, después, salimos hacia el Soho, para dar una vuelta antes de cenar. Pasamos por el Washington Square Park (una de mis zonas preferidas de NY), compramos unos discos en Generation Records, pasamos junto a una pastelería muy apetecible (Vesuvio Bakery) y cogimos el metro para ir al barrio de Dumbo, en Brooklyn, ya que habíamos reservado mesa en un restaurante muy chulo, llamado Superfine.
Washington Square Park y Vesuvio Bakery
Antes de entrar, descubrí una librería justo enfrente del restaurante: P.S. Bookshop, en el 145-A de Front Street, tiene una estupenda colección de libros de arte, fotografía, etc. Son primeras ediciones y libros ya descatalogados. En el próximo viaje, seguro que pasaré un buen rato disfrutando de las joyas que había en esa librería (venden por internet en varias webs: abebooks.com, alibris.com, biblio.com y choosebooks.com).
El restaurante Superfine, en la zona de Dumbo (Brooklyn)
La cena en Superfine estuvo muy bien; todo muy rico y bien de precio. Además, fueron muy atentos y había muy buen ambiente (zona de restaurante, barra de bar para copas, una zona con mesa de billar, etc.). Y tras la cena, bajamos hasta la orilla del río para fotografiar el Brooklyn Bridge y el Manhattan Bridge con el skyline de Nueva York en versión nocturna y el Empire State iluminado de rojo y verde. Pasamos un frío horrible, pero las fotos merecieron la pena.
El puente de Brooklyn y el Manhattan con el skyline de NY de fondo
DÍA 6 (domingo 3 de enero de 2010)
Y llegamos al último día del viaje. Lo primero que hicimos fue ir al Museum of the City of New York, en el que había tres estupendas exposiciones: Only In New York: Photographs From Look Magazine (con muchas fotos firmadas por un joven Stanley Kubrick), Eero Saarinen: Shaping The Future (espléndida exposición del trabajo del gran arquitecto Eero Saarinen –de su padre había visto la fantástica estación de ferrocarril de Helsinki–, con obras tan impresionantes como la Terminal de la TWA en el JFK o el St. Louis Gateway Arch) y Legacy: The Preservation Of Wilderness In New York City Parks (muy buenas fotografías de los parques del estado de NY). También vimos la exposición permanente (reproducciones de viviendas de época de Nueva York, muebles, objetos decorativos, etc.) y aprovechamos para comprar varias cosas en la tienda del museo (el libro de las fotografías de Look Magazine, un catálogo de Eero Saarinen y el vídeo de la construcción del Jefferson National Expansion Memorial (un documental de Charles Guggenheim que estuvo nominado al Oscar).
Exterior y exposición permanente del Museo de la ciudad de Nueva York
Central Park, en su zona noreste (a la altura del Museum Of The City Of NY)
Al salir del museo, aprovechamos para hacer una última visita a Central Park (nunca habíamos estado en la zona más al norte del parque), para continuar después nuestro recorrido hacia el metro más cercano (de esa zona es la foto del East Harlem Café) y dirigirnos a Chinatown, ya que Fer quería comprarse unas Vans y conocíamos una tienda en Canal Street.
Terminadas las compras, como se había hecho muy tarde, volvimos a la zona del hotel para comer de nuevo en Company, la muy buena pizzería que está en la Novena Avenida con la calle 24. Después de comer, bajamos las pizzas de camino al hotel. Quedaba sólo recoger las maletas y coger el último metro.
Interior de Company, una de las mejores pizzerías de Nueva York
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